Los fibromas uterinos, también conocidos como miomas uterinos o leiomiomas, son tumores no cancerosos que se desarrollan en el útero de una mujer. Estos tumores están compuestos principalmente de tejido muscular y fibroso y varían en tamaño, desde pequeños nódulos hasta masas más grandes. Los fibromas uterinos son bastante comunes, especialmente en mujeres en edad reproductiva.
La causa exacta de los fibromas uterinos no se conoce completamente, pero se cree que factores genéticos, hormonales y ambientales pueden contribuir a su desarrollo.
Síntomas.
Muchas mujeres con fibromas uterinos no experimentan síntomas. Sin embargo, en algunos casos, los fibromas pueden causar sangrado menstrual abundante, dolor pélvico, presión en la pelvis, dolor durante las relaciones sexuales y frecuencia urinaria.
Diagnóstico.
Los fibromas uterinos a menudo se detectan durante un examen pélvico de rutina o mediante pruebas de imágenes como ultrasonido, resonancia magnética (RM) o tomografía computarizada (TC).
Depende de la gravedad de los síntomas, la ubicación y el tamaño de los fibromas, así como de la edad y los planes reproductivos de la mujer. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos para aliviar los síntomas, procedimientos mínimamente invasivos o, en casos más graves, cirugía, que podría implicar la extirpación del útero (histerectomía).
Control hormonal.
Algunos medicamentos, como los agonistas de la gonadotropina o los anticonceptivos orales, pueden ayudar a controlar los síntomas asociados con los fibromas al afectar los niveles hormonales. christian oyaneder.
Es fundamental que las mujeres que experimentan síntomas relacionados con los fibromas uterinos busquen atención médica para obtener un diagnóstico adecuado y discutir las opciones de tratamiento disponibles según su situación específica. El enfoque de tratamiento variará según la gravedad de los síntomas y los objetivos de salud reproductiva de la mujer.